Una de las más difíciles situaciones de superar en la vida. Algo que no le deseo a nadie. Un momento inevitable de sufrimiento agudo con altas probabilidades de llegar a grave y al instante siguiente pasar a un cuadro delicado de terapia intensiva. Porque hay que decir que no es joda, no es una cosita así nomás, saber que no hay otro camino. No tener posibilidades de cambiar las cosas, estar al horno con papas, frito, en la lona, besando la lona, acariciando la "under lona" no es poca cosa.
Mi primera sensación, recuerdo, fue de extrañamiento. Como que en realidad al principio no lo sentí. "Nos vamos al mar" me dijeron mis amigos. Y el correr de los días se volvió doloroso. Cada minuto que pasaba me dolía más, lo recuerdo y siento en el cuerpo el lento retorcijón de la amargura en la boca del estómago. NO IRME de vacaciones con mis amigos, con la gente que más quiero en esta tierra, con mi hermanos, fue una decisión que me marcó para el resto de la vida. Yo también fui al mar. Yo también estuve viendo las estrellas. Yo también dormí en carpa. Debo reconocer que compartir esos días con la persona que en ese momento creía que amaba (esto no me lo creo ni yo) no fue tan malo.
¿Es necesario que siga?
Que no sea tan malo, no quiere decir que lo que me perdí ese verano no haya sido superior en cualquier nivel que se lo mire. Ni siquiera el sexo salva ni hace mella en la comparación casi absurda de VACACIONES CON MI NOVIA vs. VACACIONES CON MIS AMIGOS. Es como comparar DEPRESION vs. FELICIDAD. ¡Es lo mismo! ¡La misma cosa!
No puedo entender, como fue posible mi caída en ese pozo, que al día de hoy, y tal vez de un modo indirecto, pero claramente relacionado, me ocupa minutos valiosos de mi terapia psicoanalítica.
Por supuesto y de un modo ineludible, en cuanto volvimos, al día siguiente o tal vez en el viaje de colectivo de vuelta, le advertí a mi novia: "Te aviso desde ahora, yo el año que viene, me voy de vacaciones con mis amigos, pero no, tonta, no la pasé mal, es sólo que hay que alternar, para no aburrirse, el otro año, me voy con vos de nuevo."
Es inevitable aclarar que, hoy, ante cualquier relación que aparece, las vacaciones, son con los amigos. Si en algún momento se pueden juntar los dos ámbitos, bienvenido será. Sería inconcebible pensar que venga Bene y me diga: Negro, ¿nos vamos a Brasil? y yo contestar otra cosa que no sea: De una, caravana total, ¿con Pablito y Jorgelino? (je je) ¡Espectacular! ¡De fiesta total!
Obviamente, después de las vacaciones con mis amigos, me separé de mi última actual ex-novia. Te aviso desde ahora.
martes, octubre 25, 2005
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2 comentarios:
OPINO que hay que irse de vacaciones con las novias y experimentar la sensación ..........De querer matarlas con un palo en la cabeza..
tu pensamiento es demasiado reducido.
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