viernes, noviembre 18, 2005

Redondeado, Esbelto, Cultivado

El Licenciado, es un preciado amigo de años a esta parte, del cual publicaremos una obra maestra que simboliza o significa modos de pensar con los cuales nos sentimos profundamente identificados. Que lo disfruten, no tiene desperdicio:

Estoy en el gimnasio y veo un culo hermoso, redondeado, esbelto, cultivado. En seguida me digo: "La pucha, ¿cómo puedo llegar a la esencia de semejante orto, a entender esa totalidad??. ¿Bastará un método comprensivo, interpretativo, es decir, un intento por adentrarme en su interioridad de manera contemplativa; o vale la pena el intento de acercarme al objeto para manipularlo, someterlo a experimento, a análisis experimental, desde una postura empírico-anal-ítica??
Cuál es el método más apropiado para llegar a la verdad??. Entonces voy razonando, y veo que por un lado, intentar adentrarse en la interioridad de la cosa mediante la interpretación comprensiva partiendo del sentido común (Lebenswelth) para llegar al espíritu (Geist) puede darme felicidad y permitirme llegar a una causa final o teleológica acerca de los ortos y su poder, su atracción, su esencia y la finalidad de ésta, pero sólo luego de rebuscadas reflexiones. En cambio, una mirada empírico analítica me permitiría someterlo a experimentación, pero con el riesgo de que el experimentable no deje experimentarse, porque es un ser humano, y partir desde esta postura implicaría reducir a objeto a esa misma persona so riesgo de cosificar y no preveer que puede esa persona no aceptar exponer su suerpo en pos de la verdad científica.
Finalmente, la postura dialéctica o crítica hermenéutica diría que sólo puedo comprender una parte de la totalidad, y que la realidad estaría dada en la contradicción entre lo agradable y lo desagrable del objeto, entre lo bueno y lo malo de la cosa, vale decir, del orto.
Mi postura fue meramente contemplativa, por eso quizás una paja hubiera sido la consecuencia apropiada para adentrarme comprensivamente en la interioridad de semejante ojete, pero la tentación era someter el objeto a experimentación, aunque fluía el temor a una falla en el intento de someterlo a prueba. Por lo tanto, no pude aportar más avances a la filosofía moderna, a una ciencia que se encargue de las cosas verdaderamente epicúreas, de las cosas del placer, y de la verdad sobre éste, y sus objetos populares, comunes, que fijan la atención de los seres humanos y donde se depositaría eso lo que los historicistas alemanes llamaban la Volkgeist, la Volkswagen, etc, y que representaba el interés espiritual nacional popular. Hoy, en cambio, la nación es un orto, un culo, ése es nuestro objeto de estudio, y bien podría ser cualquier otro vinculado al placer popular.


El Licenciado

1 comentario:

Anónimo dijo...

interesantes reflexiones de un objeto de interés popular... si necesitas un objeto para la experimentación y/o estudio puedo ofrecerte un especimen para la comparación; un orto normalmente caído, flácido y alargado... lo jodido va a ser encontrar un "buen pedazo de ojete" auténtico para la realización de tu emprendimiento científico... éxitos!