Me quiero sumar a lo que dijo el amigo Bourgiñon (no se bien cómo se escribirá, pero bueh. Quiero rescatar de su sentido discurso una parte esencial: "hay que apurar a las minas".
A través de los años uno ha ido aprendiendo algo que no por trillado deja de ser cierto: cuanto peor trates a una mina, mas bola te va a dar (no estoy hablando de ningun tipo de agresión física... ustedes me entienden). A la mina que trates bien, esa hija de mil puta te va a hacer la vida imposible.
No se bien en donde reside esta condición, pero os puedo asegurar que es comprobable en un 99,9 por ciento de los casos. Ahi entonces tiene razón nuestro gurú del encare don Adrian Rodriguez (tambien conocido como Dargelos): tengo planeado no decirte nada, mirarte una sonrisa y esconderme hasta que vos... solita te des cuenta que te gusto, que estabas confundida en la pavada total, que estas enamorada de un chico como yo!.
El problema amigos mios es que no resulta tan facil pasar de la teoría a la práctica. Algunos de nosotros poseemos la despreciable cualidad de obsesionarnos con alguna damicela a la que tratamos de impresionar con nuestros buenos modales. Grave error!!!
No estoy proponiendo la violencia contra el sexo opuesto, ni nada parecido, solo otro tipo de actitud. Tengo la impresión de haberle hecho las cosas faciles (y mas de una vez) a alguna hija de puta que no se lo merecía. Entonces si algunas noches soy facil, a partir de hora se acabó. La vida es corta y no tengo ganas de perder el tiempo con vocé. Si querés bien, y sino querés está todo mal.
Tengo la leve sospecha de que si uno se manejara en ese nivel de honestidad brutal, todo sería mas facil.
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