jueves, abril 27, 2006

Una charla en el río


La incertidumbre puede ser transformada en sabiduría.

Me vienen muchas imágenes a la mente. De charlas, de instantes, de silencios, de formas. Y estar en la línea, en un límite delgado, en el borde, al final del camino, se retribuye. Quiero decir que puedo transmitir ciertas formas de ver que le sirven a mis seres queridos. No siempre estoy seguro, y me cuestiono constantemente y dudo y la incertidumbre me consume, pero en algún momento, al final de algún pequeño camino, sirve. Le ayuda a alguien.Esta vez la charla fue con mi hermano. Después de su recital el sábado, con su grupo, al que tanto le puso estos últimos meses, tuvo algo así como un “agudo ataque de angustia”. Claro que la gente en general va a decir “seguro que comiste algo que te hizo mal” y el médico recetará Nicoglitiricina Magnesiana o algo así para que el dolor cese. Desde ayer con el dolor, hoy llegó al laburo con lo mismo. Tanta emoción contenida, tantos nervios, tanta expectativa por ese ansiado momento de exposición y además la presencia de mis viejos, separados (desde hace ya como 10 años) y con sus respectivas parejas, uno en cada punta del bar, tanta cosa, para nada causante del dolor estomacal, por algún lado tenía que salir. Pero no, “tomaste mucha agua mientras cantabas” fue un diagnóstico. Y en realidad podríamos decir que en el estado de nervios que estaba ese cuerpo todo pudo haberle afectado. Entonces nos fuimos al río. Entonces charlamos un rato. Un largo silencio, ver el río, el agua corriendo, el cielo azul furioso, los pajaritos, la tierra, las ramas, eso calma bastante. Ustedes piensan demasiado las cosas, me decía con respecto a mí y el grupejo (Bene, Ale, el extraño núcleo que formamos), analizan todo mucho. Hay que hacer. Ok, estoy de acuerdo, hay que hacer, pero ¿a que precio? ¿Un recital cuesta una úlcera o una gastritis? ¿Un negocio cuesta un cáncer? ¿No tomar vacaciones cuesta un ataque cardíaco?
Me pasa que dudo tanto, que mis más profundas convicciones se ponen en la línea. Y las olvido o las dejo olvidadas. Pero cuando pasan este tipo de cosas me convenzo. La incertidumbre a veces es sabia o se transforma en conocimiento.
El cuerpo avisa de los tiempos. El cuerpo te habla y te dice si estás acelerado o no. Si estás al caño, si no podés parar. Mi hermano no pudo tomarse vacaciones, hace años que no camina (porque el auto es el auto). Yo tampoco soy un gran ejemplo de salud. Me falta mejorar muchas cosas, pero en eso ando. Apurado no. Tratando de respetar lo menos posible los horarios, que si te descuidás te manejan la vida.Ojalá que esa tardecita en el río haya sido productiva. Ya lo es, para mí y para él. Salud.

Tómalo con calma, la cosa es así, ya se hizo de noche, me tengo que ir.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo, para nada, y menos en eso que la incertidumbre es conocimiento... mmmmm, todo lo contrario... tal vez quedarse quieto pensando te salde de un cancer, o de un ataque o de una úlcera... pero creo que viene por otro lado la cosa. Creo que lo justo sería buscar el equilibrio y manejar las energías de uno mismo para que no nos hagan daño y aprovecharlas al maximo de la mejor forma para lo que uno esta haciendo... pero eso se aprende haciendo... no quieto, sino acumular energía de que te sirve, es como ser mezquino o tacaño, ahorro ahorro ahorro, para saber que tengo, pero no se como ni en que usarla, MALISIMO. Me quedo con la úlcera mientras hago cosas y aprendo a no matarme solo con mi energía, si en realidad vinimos para eso, para aprender...
Pero cada tanto me quedo con las vacaciones, con el descanso, con la meditación, pero no eterna...
Seguro que aprendo andando, me doblaré los tobillos, me romperé la cabeza, si total aprender sobre la marcha se puede... o NO?
Pero claro, es el ejemplo de los semaforos... uno es un auto, si viene a alta velocidad, agarra algunos semaforos en verde, otros en amarillo, pasará algunos en rojo sin un rasgusño, pero por ahi te la ponés feo o no tanto, pero te la ponés. Pero también, podes agarrar la velocidad crucero de la onda verde, sin ir a los pedos, sin estar detenido, ir pilotandola, y agarrar todos los semaforos en verde, claro siempre esta el riesgo que por la otra calle venga un hijo deputa y pase en rojo y te la ponga, pero es menos probable que el primer ejemplo...
O la posibilidad de quedarte parado mirando como cambian los semaforos de colores, como si fuera un arbolito de navidad, y ver como todos pasan, algunos a los pedos, otros en onda verde y otros poniendosela... y claro aprendés mucho sobre eso, pero para mi es medio aburrido. Slavo que alguna vez arranques y uses todo eso que sabes para manejar, pero hay riesgos que estan igual, las bocacalles las tenes que cruzar igual, o NO?
Asi pienso yo, y seguiré aprendiendo, porque la ruta tiene varios, pero varios y locos kilómetros.

Blancus!

Clarita dijo...

Lo que le pasó a Bs. As. es que ya no tiene tantas opciones como antes, tenés miles de lugares para ir, pero desaparecieron otras variantes que a mí me parecían muy entretenidas...
saludos

Negrus dijo...

Blancus, definitivamente, la charla me sirvió. Y a vos también. Estamos comunicándonos más brother. Está bueno eso, aunque no coincidamos. Igual, creo que te equivocás cuando decís lo de la quietud, me parece que el tema es movimiento equilibrado. Yo no digo no hacer nada, pero hacer a los tiempos de uno. "Me quedo con la úlcera mientras hago cosas", eso es tonto. De acuerdo con el tema de las energías. Y lo que tal vez no pude expresar es que el tema es parar cuando hay que parar y darle cuando hay que darle. Cada uno falla en cosas distintas.

Clarita, deberías conocer Rosario.
Salvo que ya lo conozcas.

Negrus dijo...

Ah, y yo no dije que la incertidumbre ES conocimiento. Eso leíste vos. Yo dije que puede TRANSFORMARSE en conocimiento y/o sabiduría, que no es lo mesmo.

Anónimo dijo...

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