Hay que ser muy boludo y yo evidentemente lo soy. Pero muy boludo. Porque que te afanen estando borracho, tirado en el pasto, mochila, una remera, 6 compacts, celular, billetera con 200 pesos, bermudas, ojotas jipis de 50 mangos, y la vida prácticamente, no es ser muy astuto que digamos. Todavía no sé si me hicieron el orto o no, eso es lo peor. Porque el culo me duele y en forma. Ahí estaba la guita del alquiler y un poco para vivir esta semana en Rosario antes de viajar. La depresión que tengo es grosa. Son las 10.30 de la mañana del 1º de enero de 2006. Y lo boludo que soy no tiene límite.
Al final de cuentas son cosas materiales las perdidas, peor hubiera sido que me caguen a palos o que me metan un cuchillo en las tripas, ¿no? No sé, la verdad que no sé sino me lo hubiera merecido. Tengo una bronca de la re concha de la lora. Lo dejé a Bene en el colectivo, todo borracho, recién. Ahora estoy en baigorria. En el párrafo siguiente voy a contar como pasó. La re cajeta del mono y la putísima madre que me re mil parió. Que boludo.
No puedo contarlo, porque enseguida se me vienen cientos de insultos por ser tan pelotudo, tan idiota, tan borracho del orto. Nunca me había pasado de sentir que mi boludez puede atravesar cualquier universo con la furia y la potencia de una boludez tan boluda. La concha de la re mil puta madre y la cajeta de la lora puta. Es imposible casi dejar de insultarme por la concha del mono y la puta que lo re mil parió a toda la humanidad y el choto.
Salimos con Bene de lo de Luciana, Hernández y Herrera la intersección. Bene encara para el río, hay una barranca que en realidad es inaccesible. O sea, no se puede bajar. Sin embargo encara igual para bajar. Había unos pibes en ese momento. Encara bordeando un alambrado que protege una supercasa que da al río y lo sigo. De un momento a otro, totalmente borracho, Bene se cae y queda tirado boca abajo entre las malezas (ya se que esta historia no le interesa a nadie en realidad, vayansé al coño de sus madres). Me cercioro de que esté bien y me empiezo a reír como un descosido. Bene, en el mismo estado de ebriedad que yo (o tal vez más) se ríe a carcajadas. Me tiro ahí, entre los yuyos y no paro de reírme. Hasta lo llamo a Jopa con el celular y le digo, estamos con Bene tirados en una zanja, no puedo parar de reírme. Estoy un rato tratando de llamar a Bene para que se levante. Es imposible y lo veo cómodamente instalado con la cabeza hacia abajo, inconciente, con un hilo de baba que le sale de la boca. Subo un poco por la barranca, no puedo moverme demasiado. Estoy ebrio. Muy ebrio. Cierro los ojos y espero. El sol empieza a pegar, me quiero mover pero es inevitable el vómito (obsérvese que boludo soy). Vomito. Vomito unos tomates creo. Vuelvo un poco para abajo, lo llamo a Bene diciéndole que nos vayamos pero sólo emite sonidos guturales de borracho asqueroso. Escupe, tose, vomita un poco. Estoy incómodo, y decido esperar que se le pase lo que le pasa más arriba. Me acuesto en un suave césped, que la barranca ofrece sin resitencias y me duermo profundamente.
No sé cuanto tiempo pasó (la re puta madre) me despierto y descubro que estoy decalzo, que me falta la mochila y todo su contenido, el celular y la re puta madre.
Lo desperté a Bene, le dije que me quería ir a la mierda, si tenía plata, que me habían afanado todo, que no podía ser más boludo. Así empezó este puto año 2006, con toda la onda
domingo, enero 01, 2006
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1 comentario:
si pensaramos que estos hechos se producen por la situacion de crisis y hambruna que esta viviendo el pais, tendriamos que imaginar que esto no le paso al negro. Creo que fui claro. (negro sos un limado)
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